La
cocina de la Comunidad Valenciana se suele describir como una
cocina pobre, campesina y marinera. Lo que no quiere decir insulsa
ni muchos menos. La gran calidad del producto marinero
¿ para qué disfrazar o sofisticar a los sabrosos langostinos de Vinaroz o
los pescados del cercano delta del Ebro? y la variedad de la huerta
son recursos más que suficientes para elaborar una sabrosa cocina sin
necesidad de salsas o complicadas preparaciones.
No faltan en Castellón los platos a base de arroz, comunes a todo
el país valenciano, que si lo acompañamos con un sofrito, bacalao y
alubias recibirá el nombre de "empedrado" o además con patatas y carne
para formar la " olla segorbina ". Y si de ollas hablamos, no podemos
dejar de hablar de los dos grandes cocidos tradicionales de las tierras
altas de Castellón el " tombet " y el "recepte". El primero para fiestas y
bodas, un puchero de cordero a cocción lenta con ajos, laurel y canela. El
segundo, el típico cocido de judías o garbanzos con butifarra, cecinas y
patatas. Ambos apenas se preparan, pero sí su pariente cotidiano, la sopa
morellana, que sustituye los tropezones de carne por pequeños y deliciosos
buñuelos. Para acabar una comida que se precie son bien buscados por
sibaritas y descubridores gastronómicos la "colla", leche de oveja cuajada
gracias a la flor de la alcachofa silvestre, y los "flaons", que tanto
recuerdan a los "pastissets" de la cercana Tortosa.
Vinos y quesos
Aunque el
pasado siglo se utilizaban los vinos de Castellón para dar fortaleza a
algunos vinos suaves franceses, actualmente la producción se ha reducido
casi a la nada, conservándose apenas algunos viñedos en Benicarló y los
alrededores de Castellón de la Plana que producen tintos y blancos sólo
aptos como vino de mesa.
En una provincia plagada de huertas, poco sitio queda para el
ganado. Sin vacas, cabras u ovejas es difícil hallar una tradición
quesera. Solamente en el Maestrazgo, la comarca alta de la provincia (
compartida con Teruel y Tarragona ), además de algunos quesos frescos, se
produce uno tierno de alta calidad y bien famoso el "Tronchón", de leche
de cabra u oveja y que presenta un característico hueco en el centro de su
parte superior. Se ha de acompañar con vino tinto, de graduación media o
baja, o con cerveza. |